Desde los orígenes de la civilización ha habido muchas estrategias para aliviar los problemas emocionales. Algunas utilizan técnicas físicas, otras utilizaban sustancias quimicas y otras confiaban en la palabra y el poder de la sugestión. La mayoría de estas estrategias asentaban en un pensamiento mágico o religioso. En esta primera Tabla 1.4 aparece un resumen de las estrategias físicas o del uso de sustancias.
Técnicas | Antecedentes | Fundamento teórico | Uso en la actualidad Evidencia de eficacia en Trastornos mentales |
Trepanaciones | Paleolítico | Liberar los malos espíritus | Hematoma subdural. Tumor cerebral Eficacia: ninguna |
Acupuntura | Hace 5.000 años China | Restaurar el desequilibrio de las energías corporales | Uso extendido dentro de las terapias alternativas Si su eficacia es o no superior al placebo es objeto de debate |
Flebotomía | Hace 5.500 años (uso sistemático s. XVIII) | Liberar los malos humores | Patologías sangre. Hemocromatosis Eficacia ninguna |
Fitoterapia | Paleolítico | Tradición histórica de eficacia | Uso extendido dentro de las terapias alternativas Eficacia variable de eficacia media a baja. Claro efecto placebo |
Lavativas-Enemas | Hace 5.000 años (uso sistemático s. XVIII) | Evitar la acumulación de putrefacción | Eficacia: ninguna |
Ejercicio | Hace 2500 años Grecia | Un cuerpo saludable favorece una mente sana | Popular. Ansiedad. Estrés Eficacia media a baja |
Dieta | Hace 2.500 años Grecia | Suplementos con propiedades psicoactivas Corregir un déficit nutritivo | Popular. Depresión. Estrés Eficacia media a baja |
Como puede verse algunas de estas técnicas aunque se utilizaron durante siglos, se han desechado completamente en la actualidad, como por ejemplo: las trepanaciones, la flebotomía (sangría) o los enemas; pero otras gozan de plena actualidad como la acupuntura, la fitoterapia, el hacer ejercicio o la dieta

Atendiendo a los estudios empíricos (ensayos clínicos) el nivel de eficacia de la acupuntura es dudosa. La fitoterapia (uso de hiervas) puede ser eficaz en algunos casos. La dieta y el ejercicio pueden ser de ayuda para prevención de problemas, pero no está claro que por si mismos puedan ser un tratamiento eficaz, al menos en trastornos mentales severos.